Explorando el Impacto de las Pseudoterapias en sus Víctimas
A priori, las pseudoterapias pueden parecer un asunto con poca relevancia que no conlleva un peligro intrínseco. Si alguien cree que un diluido de flores en alcohol (o Flores de Bach, como se conocen en el mundillo alternativo) le puede ayudar a tratar la ansiedad, ¿Qué tiene de malo?, no hace daño a nadie, ¿cierto? Bueno, lo cierto es que las pseudoterapias sí conllevan un importante riesgo para la salud de las personas y hay víctimas de estas pseudoterapias. A pesar de la postura defendida por la mayoría de terapeutas alternativos, es importante destacar que el empleo de tales técnicas conlleva riesgos significativos que no deberían ser obviados.
Investigaciones recientes, como la llevada a cabo por Segovia y Sanz-Barbero (2022), han asociado el uso de terapias alternativas con un deterioro en la relación médico-paciente. Además, se ha evidenciado que estas prácticas pueden tener efectos negativos en la salud de quienes las utilizan, ya sea al prolongar ciertas dolencias, inducir otras nuevas o aumentar el riesgo de mortalidad.
Esto se debe a que su adopción a menudo conlleva la demora o la sustitución de tratamientos probados en términos de eficacia y seguridad. Esto, puede disminuir la efectividad de estos últimos, según se constata en un informe de los Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Ciencia, Innovación y Universidades (2018).
De hecho, según datos recabados por la Asociación Para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) en su Primer Informe Sobre Fallecidos a Causa de Pseudoterapias en España (2019) se estima que, presuntamente, entre 1210 y 1460 personas víctimas de las pseudoterapias fallecen anualmente en nuestro país debido al uso de pseudoterapias.
Heridas Invisibles: Impacto Psicológico en las Víctimas de Pseudoterapias
Pese a todo, no nos pararemos aquí a hablar sobre las víctimas mortales de las pseudoterapias (pese a su gran importancia). Vamos a poner el foco en las víctimas silenciadas de las pseudoterapias, aquellas que acuden a pseudoterapeutas para solventar un problema de salud física o mental y que terminan peor de lo que estaban y, evidentemente, con mucho menos dinero en sus bolsillos.
Sin embargo, para entender este fenómeno en su globalidad es necesario aclarar antes ciertos conceptos de especial relevancia.
Pseudociencia y Pseudocientífico
Antes de continuar, es preciso que aclaremos los conceptos de pseudociencia y pseudocientífico para aquellas personas que tal vez tengan dudas al respecto.
La pseudociencia es como ese amigo que siempre llega tarde a la fiesta de la evidencia científica. Si bien sus explicaciones pueden parecer legítimas a simple vista, lo cierto es que carecen de rigurosidad y se encuentran totalmente alejadas de la metodología científica. Así pues, las pseudociencias se apoyan en afirmaciones sin bases sólidas y se aferran a creencias infundadas en lugar de a datos verificables.
Por su lado, los pseudocientíficos son los artífices que llevan a cabo esta clase de prácticas mágico-espirituales. Desde vendedores de pócimas milagrosas hasta gurús de la nueva era que afirman que la tierra es plana. Estos individuos a menudo se “disfrazan” de científicos y, tal y como comentan Moriana y Gálvez (2020), se amparan en teorías aparentemente basadas en la ciencia y la lógica, haciendo uso de explicaciones sencillas que parecen ser coherentes para explicar teorías que carecen de fundamento científico. Del mismo modo, se sirven de su carisma y amabilidad y del superficial éxito terapéutico que les proporciona el efecto placebo para avalar esta clase de prácticas.
La clave para distinguir entre la ciencia y la pseudociencia radica en la evidencia. La ciencia se basa en pruebas sólidas respaldadas por investigación revisada por pares y publicadas en revistas de prestigio. Sin embargo, la pseudociencia se apoya en afirmaciones sin respaldo alguno, así de simple. Los científicos actúan como investigadores escrupulosos, mientras que los pseudocientíficos son narradores de historias fantásticas.
Pseudoterapia: Definición
Llegados a este punto quizá te preguntes: entonces, ¿qué son las pseudoterapias?
No obstante, encontrar una descripción aceptada universalmente de las pseudoterapias resulta ser un desafío. Esto se debe, en parte, a que la ciencia se fundamenta en un principio fundamental conocido como falsabilidad o refutabilidad, que significa que cualquier teoría o hipótesis debe estar abierta a pruebas que puedan contradecirla. Lógicamente, esto implica que lo que la comunidad científica consideraba válido en el pasado podría no serlo en el futuro, y viceversa.
En resumen, podemos categorizar como pseudoterapia cualquier producto o proceso supuestamente terapéutico que carezca de un respaldo científico en su desarrollo y validación de “resultados”, o aquellos que, habiendo seguido el método científico, hayan sido posteriormente desacreditados o no sean susceptibles de ser replicados, lo cual supone otro de los principios fundamentales de la investigación científica.
Así mismo, si quieres una descripción más sencilla y “de diccionario”, a continuación, encontrarás la definición elaborada por los Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Ciencia, Innovación y Universidades (2018):
“Sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento científico ni evidencia científica que avale su eficacia y su seguridad.”
Ejemplos de pseudoterapia
Ahora bien, si todavía quieres ahondar un poco más en el tema, es posible que los siguientes ejemplos de pseudoterapia te hagan entender un poco mejor de qué clase de prácticas estamos hablando:
- Constelaciones Sistemáticas.
- Digitopuntura.
- Feng Shui.
- Grafoterapia.
- Masaje en la Energía de los Chacras.
- Medicina Ortomolecular.
- Oligoterapia.
- Rebirthing.
- Terapia Floral de California.
- Terapia Regresiva.
- Y un largo etcétera.
De hecho, estas son tan solo algunas de las presuntas técnicas terapéuticas que los Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Ciencia, Innovación y Universidades (2018) del Gobierno de España ha catalogado como pseudoterapias, pero la lista consta de un total de 73 pseudoterapias confirmadas y otras 66 que todavía se encuentran en proceso de revisión.
Finalmente, si quieres revisar la lista completa de presuntas pseudoterapias junto con algunas más que todavía no han sido incluidas a la lista (pero que a todas luces se podrían incluir), te recomiendo que le des un vistazo a la Lista de Pseudoterapias de PsicoStasis.
¿Qué es la victimización? Víctimas de las pseudoterapias
Y bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de victimización? Cuando hablamos de victimización, estamos haciendo alusión al proceso por el cual una persona experimenta las secuelas o el impacto psicológico de un evento traumático.
Este impacto psicológico ha sido objeto de estudio científico y ha dado lugar, en parte, a la clasificación psiquiátrica del Trastorno por Estrés Postraumático. Esto, a su vez, ha posibilitado la evaluación científica de dicho impacto en la salud mental de las personas. Esto tiene importantes implicaciones legales, ya que abre la puerta al reconocimiento de derechos, la valoración de los daños que pueden considerarse indemnizables y, en caso de aplicarse, la determinación de la pena para la persona responsable del evento traumático (Tamarit, 2006).
Sin embargo, debido a la complejidad inherente al proceso de victimización, es necesario distinguir entre tres formas distintas de victimización, tal y como señalan Albertín (2006) y Tamarit (2006):
- Victimización Primaria: Se refiere a la experiencia a través de la cual una persona sufre las consecuencias físicas, psicológicas, económicas o sociales que resultan de un acto delictivo o traumático.
- Victimización Secundaria: Implica los costos personales que conlleva para la víctima su participación en el proceso judicial, lo cual puede incluir los efectos traumáticos de los interrogatorios, el contacto con el agresor durante el juicio oral o el examen médico forense, entre otros.
- Victimización Terciaria: Se refiere a las vivencias que surgen como consecuencia de la victimización primaria y secundaria una vez que la víctima ha superado los procesos previos. En esta etapa, la víctima puede experimentar sentimientos de desamparo por parte de su entorno social debido a las secuelas de su experiencia traumática.
Victimización en el ámbito de las pseudoterapias
Ahora que comprendes la victimización y sus distintas formas, es crucial explorar cómo esta se manifiesta en el contexto de las pseudoterapias. Es decir, el impacto psicológico que experimentan las personas que, en busca de soluciones para problemas de salud física o mental, recurren a terapias alternativas y terminan en una situación más vulnerable y con menos recursos económicos.
En este sentido, varios investigadores coinciden en señalar que las personas que recurren a terapias alternativas suelen encontrarse en estados de debilidad o vulnerabilidad y en busca de solución a problemas que no han sido resueltos a través de la atención médica o psicológica respaldada en las evidencias científicas.
Esto, generalmente está acompañado de experiencias previas de desilusión y sufrimiento, lo que les predispone a depositar una gran esperanza en cualquier oferta de curación, incluso si es vaga, como lo han destacado Celis (2019), Moriana y Gálvez (2020), y Tomás (2021).
En este contexto, es crucial comprender que las pseudoterapias, al carecer de base científica sólida, pueden empeorar la situación de las víctimas en lugar de mejorarla. La ausencia de tratamiento adecuado puede prolongar sus dolencias, generar nuevas enfermedades o aumentar el riesgo de mortalidad. Además, la inversión de tiempo y dinero en pseudoterapias puede dejar a las víctimas en una situación económica precaria, ya que en muchos casos es justamente eso lo que se busca, lucrarse con el sufrimiento ajeno.
Por tanto, debemos prestar atención a esta forma de victimización, que afecta a quienes buscan alivio en pseudoterapias y terminan en una situación más frágil. Es fundamental educar y concienciar sobre los riesgos de las pseudoterapias y promover el acceso a tratamientos médicos y psicológicos basados en la evidencia científica para evitar que más personas caigan en esta forma de victimización silenciosa.
Denunciar pseudoterapias
Con todo, queda claro que las pseudoterapias no son cosa de broma. De hecho, en una gran cantidad de casos se tratan de formas de estafa que tan solo buscan vaciar los bolsillos a personas especialmente vulnerables, lo que empeora drásticamente su situación tanto en lo que a su salud se refiere, como económicamente.
En PsicoStasis, ya son muchas las personas que han acudido a pedir ayuda para denunciar esta clase de prácticas y los organismos oficiales ya han tomado acciones legales contra diversos/as pseudoterapeutas gracias a nuestra acción. Así pues, si sospechas que tú o alguien a quien conoces ha sido o está siendo víctima de pseudoterapias, ¡es el momento de que pases a la acción y lo denuncies!
Para obtener más información puedes visitar la página de PsicoStasis: “CONTRA LAS PSEUDOTERAPIAS…¡NO TE CALLES!” y, si ya lo tienes claro y deseas reportar un/a pseudoterapeuta directamente, puedes hacerlo desde nuestro Formulario de Denuncias.
¡Cada acción cuenta!
Bibliografía
Albertín, P. (2006). Psicología de la victimización criminal. En M. A. Soria y D. Sáiz (Coord.), Psicología Criminal (pp. 245-274). Pearson Educación.
Celis, M. (2019). De qué hablamos cuando hablamos de pseudoterapias. Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias. Clínica Contemporánea, 10(1). https://doi.org/10.5093/cc2019a7
Cervera, F., Gómez, J. M. y Frías, F. (2018) Primer Informe Sobre Fallecidos a Causa de Pseudoterapias en España. Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). https://www.apetp.com/wp-content/uploads/2019/03/Informe-pseudociencias-2018-2.pdf
Moriana, J. A. y Gálvez, M. (2020). Psicoterapias y pseudoterapias en búsqueda de la evidencia científica. La ciencia y la práctica profesional en Psicología Cínica. Papeles del Psicólogo, 41(3), 201-210. https://doi.org/10.23923/pap.psicol2020.2946
Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. (noviembre, 2018). Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias. https://www.sanidad.gob.es/gabinetePrensa/notaPrensa/pdf/20181141 118135247771.pdf
Segovia, G. y Sanz-Barbero, B. (2022). “It Works for Me”: Pseudotherapy Use is Associated With Trust in Their Efficacy Rather Than Belief in Their Scientific Validity. International Journal of Public Health, 67, 1-6. https://doi.org/10.3389/ijph.2022.1604594
Tamarit, J. M. (2006). La victimología: cuestiones conceptuales y metodológicas. En E. Baca, E. Echeburúa y J. M. Tamarit (Coord.), Manual de Victimología (pp. 17-50). Tirant lo Blanch.
Tomás, C. (2021). La intervención de los poderes públicos frente a las pseudoterapias: posibilidades y límites. Academic Journal of Health Sciences: Medicina Balear, 36(3), 64-71. https://doi.org/10.3306/AJHS.2021.36.03.64
Autor: Marc Dalmau

Fundador de PsicoStasis
Psicólogo Colegiado nº 31760, defensor de la psicología basada en evidencias científicas, especialista en marketing digital y escéptico por naturaleza.
Editora: Celia Gavilán, psicóloga forense en formación y responsable de comunicación científica en EPERIT.